Cuando empecé a pensar en redactar este artículo pensé en titularlo: “ Los pincha globos”, enseguida entenderéis por qué… seguro que todos nosotros tenemos muy cerca a más de uno… Son esas personas que tratan de quitarnos la ilusión por cada nuevo proyecto
Pensad en un niño que lleva toda una semana esperando el fin de semana para salir con sus padres a un parque de atracciones. Ilusionado cuenta cada día como uno menos que le falta para que llegue el esperado domingo, apenas puede conciliar el sueño cada noche pensando en ese algodón de azúcar gigantesco y en un bonito globo de colores que le pedirá a su padre que le compre con el que se paseará, orgulloso, por todo el parque.
Los días de espera pasan hasta que llega el feliz domingo. Se levanta muy temprano despertando, nervioso, a sus padres. Desayuna en un periquete, se viste deprisa y en poco tiempo está dentro del coche con un nudo en el estómago de camino al parque de atracciones.
Una vez pasada la entrada y dentro del parque, llama su atención un payaso con grandes zapatos verdes y nariz roja que, a lo lejos, grita:
“Globos, globos de colores, gigantescos globos”
El ilusionado niño tira de la chaqueta del padre, al tiempo que señala al payaso de los globos. Se dirigen hacia el payaso y le compran el mas maravilloso globo de colores que había visto jamás.
El chico no cabía en sí de gozo, paseaba el globo, como si fuese un cabo gastador del ejercito con la bandera en ristre.
De repente, de la nada, apareció un niño que se acercaba veloz montado en un monopatín, era pelirrojo y le poblaba el rostro un sinfín de pecas. Con una sonrisa entre burlona y amenazante, se acercaba hasta el lugar en el que el chico paseaba con su globo. El skater aceleró su monopatín sacudiendo con fuerza sus zapatillas contra el suelo, al alcanzar la velocidad necesaria para asegurar su huida, pasó rápidamente junto al chico, en la mano llevaba una brillante aguja que de un certero movimiento clavo en el globo, y !!! Pum !!!
El estruendo del globo reventado, no pudo acallar el del llanto del niño, que lloraba desconsolado con el hilo del globo aun en la mano, no había consuelo para el niño que había sido víctima de aquel skater endiablado.
Esta “cruel” historia, sirve para ilustrar el sentimiento que a veces podemos llegar a tener cuando alguien viene a “pincharnos el globo”.
A menudo nos puede ocurrir que cuando tomemos una decisión ilusionante para nosotros, (por ejemplo, retomar los estudios, empezar una nueva actividad o trabajo, hacer una inversión, comenzar un negocio, etcétera), venga alguien a “pincharnos el globo”, a quitarnos las ganas, a decirnos cuantos problemas vamos a tener, a prevenirnos del fracaso que vamos a sufrir.
Siempre suelen ser personas cobardes y fracasadas que no serían capaces de tomar la decisión que nosotros SI hemos tomado y bien por envidia, o por trasladarnos sus propios miedos, limitaciones o frustraciones vienen a “pincharnos el globo”, o dicho de otra manera; vienen a meterle fuego a nuestras ilusiones, son unos: Pirómanos de la ilusión.
TEN PREPARADA TU MANGUERA
Ante este tipo de energúmeno, tenemos que estar alerta, se les ve venir en la mayoría de los casos. Son seres negativos y, casi siempre, malhumorados, en definitiva, unos amargados.
Cada uno dá lo que tiene, así que lo único que te puedes esperar de un “amargado” es que trate de amargarte.
¿Os acordais del León Leoncio? Era optimista, valiente, con iniciativa en contraposición de su asustadizo amigo, la hiena Tristón, pesimista, cobardica y quejica. |
Ponte tu traje ignifugo y mantente alerta. No le hagas caso, el mundo se mueva por decisiones, por acción, por actitud, cada uno somos fruto de las decisiones que hemos tomado en el pasado.
Estamos donde estamos y en la situación que estamos por las acciones y omisiones llevadas a cabo en nuestro pasado reciente, si quieres cambiar para mejorar, debes cambiar algo.
Si quieres llegar a algún sitio, debes de partir, debes de empezar el viaje HOY.
No les hagas caso, ni pierdas ni un minuto de tu vida, ni un solo aliento de tu respiración en escuchar a los pirómanos de la ilusión. Ellos son los que te ponen a prueba y los baches en el camino hacia tu éxito y realización personal.
Dales un buen “manguerazo”, y sigue tu ruta hacia la vida que quieres diseñarte, somos los arquitectos de nuestro destino.
Diego Gallardo