En el artículo anterior hablamos sobre: “Vampiros emocionales y otras criaturas oscuras”. Éste artículo gustó mucho, pero el enunciado avisaba que había más almas siniestras, pues esta es otra criatura oscura, el Zombie Anímico, el negativizador (Los Vivos Murientes).
El Zombie Anímico, es un ser similar a los que podemos ver en las películas de George A. Romero, son seres que vagan sin alma por la ciudad, caminan lenta y pesadamente emitiendo gruñidos y dejando tras de sí un pestilente rastro de destrucción, sus mirada opacas y agonizantes divisan el terreno en busca de alguna víctima a la que comerle el cerebro y sorberle hasta la última gota de esperanza que le quedaba para sobrevivir.
Son criaturas en busca de almas cándidas, que tienen todavía luz en la mirada, y que en cuanto detectan un hálito de positividad a su alrededor, se ciernen sobre su víctima para lanzar sobre él toda su negatividad, anulando la iniciativa y la personalidad de su martirizado, que irremediablemente pasará a formar parte de las huestes de zombies anímicos, y seguirá la misión de aniquilar ilusiones.
El Zombie Anímico, se manifiesta a las primeras de cambio y son fáciles de identificar, ya que muchos de ellos empiezan sus negativas e hirientes frases diciendo: “Te voy a ser sincero…”, “Mira, yo soy muy claro…” o la mas peligrosa; “Yo soy muy positivo, pero…”. Cuando escuches esto, empieza a huir.
El Zombie Anímico, el negativizador, es un ser amargado que proyecta su incapacidad y sus frustraciones en los demás, tratando de que nadie a su alrededor tenga la mas mínima posibilidad de triunfar.
En su ánimo está el ir desgastando cualquier atisbo de iniciativa de mejora por nuestra parte y tratará de ponernos de manifiesto todas las trabas y problemas que nos vamos a encontrar en nuestro camino.
COMO DEFENDERNOS DE ELLOS
En primer lugar, piensa por un momento que en ninguna película de zombies el protagonista, si quiere sobrevivir, va en busca de ellos. A menudo solemos ir a contarle nuestros proyectos, buscando su aprobación, ERROR, no vayas a buscar a un Zombie Anímico para contarle tus proyectos de futuro, a no ser que quieras que te destroce la ilusión. Por lo cual el primer punto sería mantenerlos alejados, y si crees que son ellos los que van a venir a buscarte, mas vale que selles las puertas y ventanas de tu casa clavando tablones de madera por dentro.
Por otro lado, agradece la crítica, es decir, cuando venga en Zombie y nos suelte su parrafada, cuando termine, dile: “muchas gracias, lo tendré en cuenta”, no entres en discusión, la mejor forma de ganar una guerra es no entrar en combate.
EVITA LA EXPOSICIÓN A ZOMBIES ANÍMICOS
Ten claro que somos animales de imitación, si te rodeas de gente negativa, te volverás como ellos. Este ejemplo es claro, hasta en los perros y las personas, no te has fijado que con el paso del tiempo un perro y su dueño terminan pareciéndose hasta físicamente.
Rodéate de gente positiva, elimina de tu dieta los elementos nocivos y dañinos, es decir, busca la asociación con personas que te aporten equilibrio y cosas positivas.
Evita las conversaciones negativas o destructivas, si alguien empieza a hablar en esos términos, vete de ese lugar o dile que esa conversación no te interesa.
En definitiva, por mala suerte para ellos, existen numerosos Zombies Anímicos, ahí afuera, detéctalos y evítalos. A veces se les conoce hasta por la expresión de la cara, como sabes La cara es el espejo del alma, pero en el caso de los Zombies Anímicos: La cara es el espejo de su culo, en cuanto veas una cara de ese tipo, ya sabes, pies en polvorosa.
LEER: LOS VAMPIROS EMOCIONALES (Aquellos que tratan de absorber tu energia)
Diego Gallardo